Preguntas frecuentes sobre el riego

¿Cuál es el mejor momento del día para regar?

Depende bastante de la época del año.

En verano y en otoño lo mejor es regar por la noche, cuando las plantas transpiran menos. Regar a pleno sol en esta época es algo peligroso ya que las gotas de agua pueden producir el "efecto lupa" que puede llegar a quemar las hojas de nuestras plantas.

Sin embargo, en invierno y a principios de la primavera es mejor regar después del amanecer para evitar así las heladas nocturnas.

¿Qué cantidad de agua hay que suministrar?

Depende sobre todo del tipo de planta. Hay determinadas plantas, como por ejemplo el girasol, que siempre admiten agua y otras, como el boj, que casi no necesitan.

Lo mejor es regar cuando la tierra esté demasiado seca. En contra de lo que puedas pensar, dejar que la tierra se seque de vez en cuando no es perjudicial, sin embargo, un exceso de agua sí lo es.

El riego ideal es, y se ve fácilmente en el caso de una maceta, el que deja la tierra húmeda sin dejar que el agua escurra por los agujeros inferiores, arrastrando todos los nutrientes necesarios para la planta. Para evitar esto lo mejor es regar poco pero frecuentemente y si el drenaje de la maceta expulsa todo el agua inmediatamente, sería necesario corregirlo.

¿Cómo se puede saber si una planta se ha estado regando en exceso?

Una planta que ha sido regada en exceso muestra unos síntomas bastante fáciles de identificar. Las hojas se amarillean, se rizan y adquieren un tono marrón en los bordes. Además, el exceso de agua continuado lleva a la pudrición de las raíces, las flores se vuelven mohosas y en la tierra aparece una pelusilla blanquecina.

¿Es necesario regar si ha llovido?

Si las lluvias de invierno han sido abundantes, el jardín estará bien abastecido durante bastante tiempo. Sin embargo, el buen tiempo y el crecimiento activo de las plantas harán que estas necesiten de aportes adicionales, incluso si sigue lloviendo. Por supuesto que el riego será mucho más reducido, excepto en los lugares donde no alcance la lluvia.

¿Y cómo se sabe si hay falta de riego?

Los síntomas se manifiestan principalmente en las hojas, que se vuelven lacias o se marchitan, se ponen amarillentas y adquieren un tono marrón en los bordes. También se produce una caida de las hojas inferiores antes de que terminen de crecer y una caida prematura de las flores.

¿Se puede prolongar la humedad del suelo para tener que regar menos?

Sí. Mediante un buen acolchado a base de paja, corteza de pino, grava o serrín. Estos acolchados evitan la evaporación del agua y conservan húmeda durante más tiempo la tierra que rodea a las raicés.

Hay acolchados, como el de paja o el de serrín, que tendremos que sustituir cuando empiecen a degradarse, ya que los riegos, la lluvia o el viento pueden descomponerlo rápidamente.

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