Kant. Usos teórico y práctico de la razón. Crítica de la razón pura (I)

Planteamiento del problema crítico

El problema consiste en saber cuáles son las posibilidades de conocimiento que tienen nuestras facultades cognoscitivas (¿qué puedo conocer?). Kant se asombra de ver cómo ha sido posible que multitud de filósofos hayan pretendido conocer la realidad y al hombre sin preguntarse antes si tal conocimiento es posible.

Tanto racionalistas como empiristas centraron su atención en el objeto de conocimiento. Kant centra su atención en el sujeto que conoce. Los objetos se adaptan al modo de conocer del sujeto y giran alrededor de él (revolución copernicana). El sujeto es el elemento activo del conocimiento.

El problema de la metafísica.

Kant fue en un principio, un filósofo racionalista pero, influido por Hume, abandonó el racionalismo. Kant afirma que hay dos facultades o fuentes del conocimiento:

  • La sensibilidad, que es pasiva y se limita a recibir impresiones provenientes del exterior (lo que Hume llamaba “impresiones”).
  • El entendimiento, que es activo, produce espontáneamente ciertos conceptos o ideas que no provienen de la experiencia (ejemplo: el concepto de causa, necesidad,…).

Esta distinción nos sirve para entender las respuestas de las dos corrientes filosóficas:

  • Racionalismo: Puesto que el entendimiento produce espontáneamente ciertos conceptos sin derivarlos de la experiencia, podrá conocer la realidad construyendo un sistema a partir de estos conceptos.
  • Empirismo: Nuestro conocimiento no puede llegar más allá de lo que nos da la experiencia. Toda afirmación que trascienda los límites de la experiencia es puramente gratuita.

Kant, sin embargo, afirma que hay conceptos que no provienen de la experiencia. Pero también afirma que esos conceptos sólo tienen aplicación en el ámbito de la experiencia.

¿Es posible la metafísica como ciencia?

¿Se puede obtener un conocimiento científico y riguroso sobre realidades de las que no tenemos un conocimiento sensible? La metafísica busca obtener conocimiento de estas realidades. Si la metafísica es ciencia, debe construirse con el mismo rigor que esta; si no lo es, tendremos que abandonar la idea de conocer científicamente las realidades metafísicas. Por lo tanto, primero habrá que preguntarse cómo es posible la ciencia.

Condiciones que hacen posible la ciencia.

Las condiciones que hacen posible la ciencia son:

  • Condiciones empíricas: Toda ciencia ha de basarse en datos que parten de la experiencia; son condiciones fácticas, particulares, concretas, que pueden alterarse.
  • Condiciones trascendentales (a priori): Toda ciencia se apoya en unos contenidos anteriores a la experiencia; son condiciones universales y necesarias, comunes a todo sujeto y que no pueden alterarse. “A priori” quiere decir que es independiente de toda experiencia. Lo “a priori” es universal y necesario, pero no es algo innato.

Los juicios en la ciencia.

La ciencia se compone de juicios y sin juicios, no hay ciencia. Tipos de juicios:

  • Analíticos: Un juicio es analítico cuando el predicado está comprendido en el sujeto. El predicado le conviene necesariamente al concepto de sujeto. Estos juicios son universales y necesarios pero no son extensivos (no amplían nuestro conocimiento).
  • Sintéticos: Un juicio es sintético cuando el predicado no está comprendido en el sujeto. Estos juicios no son ni universales ni necesarios, pero si son extensivos (amplían el conocimiento).
  • A priori: Son aquellos juicios cuya verdad puede ser conocida independientemente de la experiencia. Son universales y necesarios.
  • A posteriori: Son aquellos cuya verdad puede ser conocida a partir de la experiencia. No son universales ni necesarios.

Los juicios analíticos son a priori, pero no son científicos (no son extensivos y, por lo tanto, no hacen progresar la ciencia). Los juicios sintéticos son a posteriori y sí hacen avanzar la ciencia, pero no son científicos. Kant se plantea que sólo los juicios sintéticos y a priori pueden ser científicos.

Juicios sintéticos a priori: El predicado no está contenido en el sujeto y, por lo tanto, añade algo nuevo a este. Su verdad es necesaria y no puede ser proporcionada por la experiencia. Son extensivos (por ser sintéticos), universales y necesarios (por ser a priori), independientes de la experiencia (a priori). Todos los juicios de las matemáticas y la física son sintéticos.

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