Ahora que ha aparecido la TDT y nuestros viejos y enormes televisores CRT, sin decodificadores integrados para esta nueva tecnología, quedarán definitivamente anticuados en poco tiempo, son muchos los que piensan ya en sustituir aquel viejo aparato por un nuevo y flamante televisor de pantalla plana, mucho menos voluminoso y con mucha más superficie de pantalla.
En cualquier caso, el nuevo televisor que compremos nos permitirá disfrutar de una mayor calidad de imagen y sonido, pero existen actualmente dos tecnologías por las que podemos decantarnos a la hora de elegir: Plasma o LCD. La tecnología de plasma utiliza un gas en estado de plasma para excitar el fósforo de cada uno de los píxeles de la pantalla. En cambio, en los televisores LCD, la pantalla está formada por millones de cristales líquidos que dejan pasar (o bloquean) la luz que se emite desde la parte posterior del televisor.
En resumen, cada pixel en un televisor de plasma genera luz, mientras que en los LCD permite o impide su paso. Como ya sabemos en qué consiste muy básicamente cada tecnología, vamos a ver a continuación las principales ventajas e inconvenientes de cada una.
Tamaño de la pantalla
A día de hoy, podremos encontrar televisores de plasma con imágenes perfectamente nítidas hasta alrededor de las 60" mientras que sólo encontraremos pantallas de LCD con la misma calidad hasta las 45" aproximadamente a un precio medianamente razonable. No obstante, los contínuos avazces en la tecnología LCD consiguen pantallas cada vez más grandes y puede que, cuando leas esto, el tamaño no sea un punto a favor de las pantallas de plasma.
Contraste y brillo
Las pantallas de plasma son capaces de ofrecer un ratio de contraste 1000:1, el doble que las LCD, mientras que las segundas ofrecen imágenes con mucho más brillo que las primeras.
Uso como monitor del PC
En este punto el claro vencedor es el LCD. Las pantallas de cristal líquido suelen tener algo más de resolución que las de plasma y también es mayor el número de estas con entrada para PC. Además, las pantallas de plasma pueden presentar el "efecto quemado" cuando muestran una imagen fija durante mucho tiempo, quedando esta marcada en la pantalla.
Vida útil
El periodo de vida útil de un televisor LCD es de 50.000 horas, aproximadamente 27 años funcionando durante 5 horas diarias. En el caso de los televisores de plasma, el periodo de vida útil se reduce a la mitad.
Consumo de energía
Los televisores LCD consumen aproximadamente un 30% menos que las pantallas de plasma. Esto se debe a que la combustión del fósforo requiere más energía de la que necesita un LCD para mantener la retroiluminación constante.
Precio
Hasta hace no mucho, el precio de un televisor LCD podía llegar fácilmente a duplicar el de una pantalla de plasma de las mismas dimensiones. Aunque hoy en día los precios de los LCD tienden a parecerse cada vez más al de los televisores de plasma de similares características, el plasma es todavía la opción más económica.