(Ceratonia siliqua). El algarrobo es un árbol de la familia de las leguminosas procedente del este mediterráneo y las especies más comunes son originarias de Chipre. Sólo se desarrolla en climas cálidos y se planta a veces con fines ornamentales o para dar sombra. Crece muy lentamente, pero su vida es muy prolongada y su altura puede llegar a ser de entre 12 y 15 metros. El algarrobo vive en una gran variedad de terrenos y es capaz de resistir prolongadas sequías.
Tiene hojas persistentes, pinnadas y compuestas, y flores pequeñas y rojas que se agrupan formando racimos. Las flores que produce el algarrobo son masculinas en unos árboles y femeninas en otros, no dándose juntas en el mismo árbol.
Las flores terminan convirtiéndose en vainas parecidas a las de la judía, de entre 10 y 30 cm de largo y muy ricas en proteínas y azúcar, lo que hace de ellas el alimento preferido de algunos animales y también fueron empleadas por el hombre en épocas de escasez. Algunos algarrobos llegan a fructificar durante cerca de un siglo.
De las vainas citadas anteriormente se obtiene una sustancia gomosa con diversas aplicaciones de gran utilidad.
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