Con este nombre se conoce a diversas especies, casi todas tropicales, que segregan ceras en cantidad económicamente aprovechable.
Casi todas las plantas segregan una mínima cantidad de cera para impermeabilizar sus hojas y tallos, pero esta secreción es mayor en algunas plantas sudamericanas, como la palmera de cera (Ceroxilon andicola) o una euforbiácea que vive en Cuba (Stillingia sebifera), la cual posee además una madera muy útil por su dureza.
Además de las anteriores, existen otras especies que segregan cera, distribuidas por el resto del mundo, de las que vale la pena citar la Myrica gale, que se puede encontrar en España donde recibe el nombre de Mirto de Brabante.
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