Introducción al cuidado de bonsáis

El bonsái se originó aproximadamente hace unos 2000 años en las regiones orientales de China y posteriormente llegó a Japón, donde la técnica se perfeccionó. Durante mucho tiempo, la posesión y cuidado de bonsáis estuvo ligada a las personas de clase alta.

El bonsái sencillamente es una planta que se mantiene pequeña dándole forma a base de podar las hojas, las raíces y el tronco en base a un determinado patrón. Siguiendo unos consejos básicos y muy sencillos, no será ningún problema cultivar y admirar con éxito su trabajo con el bonsái.

Colocación

Los bonsáis de árboles tropicales, como por ejemplo el ficus, no aguantan las heladas y deben colocarse en el interior de una vivienda (al menos durante los periodos más fríos del año) cerca de una ventana que esté bien iluminada y lejos de fuentes de calor. Los bonsáis de árboles de exterior, como pinos y frutales, deben colocarse al aire libre durante todo el año (en jardines, balcones o terrazas) y los protegeremos en el interior sólo en caso de fuertes heladas.

Riego

Será necesario regar cuando la superficie del suelo empiece a secarse. Las macetas pequeñas tendrán que regarse más frecuentemente que las de mayor tamaño, y hay que tener en cuenta que en las macetas de exterior el suelo se secará más rápidamente debido al sol y al viento. En verano puede ser necesario regar una vez al día mientras que en invierno será probablemente cada tres.

Pare regar, lo mejor es usar una regadera de agujeros finos y humedecer todo el suelo uniformemente hasta que salga agua por los orificios de drenaje de la parte inferior de la maceta.

Abonado

Los bonsáis deben ser abonados frecuentemente debido a las reducidas dimensiones del suelo en que se cultivan. Lo mejor es utilizar abonos líquidos que se disuelvan en el agua de riego para que los nutrientes sean absorvidos rápidamente por el bonsái.

Los bonsáis de interior deben abonarse cada 15 días aproximadamente en primavera y en otoño y una vez al mes en invierno y verano. En cambio, los bonsáis de exterior deben abonarse cada 15 días en primavera y otoño y una vez al mes en verano, suspendiendo la actividad en invierno.

Poda y pinzado

Para mantener la forma de un bonsái es conveniente recortar periódicamente los brotes que sobresalen, dejando sólamente uno o dos pares de hojas nuevas. La poda de formación debe realizarse a finales de invierno y justo antes de que empiece a brotar.

Transplante

El transplante es indispensable para renovar la tierra y las raíces del bonsái. Generalmente, un bonsái debe ser transplantado cada dos o tres años. Deberíamos efectuar el transplante antes de que comience la primavera y recortar una tercera parte de las raíces.

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