Es un árbol de hermosa copa cónica y densamente poblada. Su tronco tiene una corteza fina, escamosa y de color gris. Las ramas tienen un aspecto bastante tosco debido a que las hojillas nacen de una especie de escamas leñosas que permanecen en la rama después de que la hoja se haya caído.
Sus hojas son finas, aciculares y persistentes durante el invierno. Tienen una sección de forma triangular y son muy rígidas y punzantes.
El fruto o piña tiene formas y tamaños diversos, pero siempre crece hacia abajo en la rama. Tanto las hojas como sus ramitas tiernas son una fuente importante de alimento para los animales silvestres durante el invierno.
Entre las especies originarias de América del Norte podemos encontrar: la Picea Roja (Picea rubens), la Picea Blanca (Picea glauca), la Picea Negra (Picea rariana), la Picea sitchensis , la Picea engelmannii y la Picea Azul (Picea pungens).
Entre las piceas de Europa, la más importante es la Picea Noruega (Picea abies), muy apreciada por su madera. Junto con la Picea excelsa (también Europea) son llamadas abetos rojos.
Sus ramas horizontales, de puntas ligeramente erguidas, hacen que sea un árbol muy apreciado para fines ornamentales. Entre las especies que se emplean como ornamentales en parques y jardines figuran: la Picea smithiana (del sur de Asia), la Picea jezoensis y la Picea polita (de Japón). Además, es muy importante como fuente para la obtención de la pulpa de madera que se utilizaba en la fabricación del papel.