Aristóteles. Naturaleza y ética (III)

Ética y Política.

La ética es una parte de la política porque la conducta individual del ser humano debe reflejarse en la sociedad (el hombre es social por naturaleza). Aristóteles decía que si alguno de los humanos se basta a sí mismo, o es Dios, o es una bestia.

Todo parece tender a un fin, hacia el BIEN. Para Platón sólo existía un bien pero, para Aristóteles existen muchos bienes y fines (sigue un modelo teleológico). El fin supremo al que tienden todas las cosas es la felicidad  porque es querida por sí misma y nunca con vistas a otra cosa. Un ser es feliz realizando la actividad que le es propia y natural. Para el hombre, esta felicidad consiste en la actividad contemplativa (intelectual). La felicidad es el fin último de todas nuestras acciones, es autosuficiente (es querida por sí misma y nunca con vistas a otra cosa).Para buscar este fin último del hombre, Aristóteles hace un análisis de la naturaleza humana.

Pero el ser humano no puede alcanzar plenamente esta felicidad absoluta propia de Dios, sino que ha de contentarse con una felicidad limitada. Esta forma rebajada de felicidad exige la posesión de ciertos bienes corporales y exteriores y, muy especialmente, la posesión de las virtudes morales.

Aristóteles

Las virtudes se dividen en dianoiéticas o intelectuales, que operan sobre la parte racional del ser humano (perfeccionan el conocimiento: ciencia,…), y las éticas o morales, que operan sobre los apetitos y deseos (perfeccionan el carácter: justicia moderación, templanza,…). Ser feliz es ser virtuoso. Las virtudes son excelencias para Aristóteles porque hacen que nuestro conocimiento y nuestro carácter sean excelentes. La virtud es un hábito estable y voluntario, es decir, elegido libremente con inteligencia. La virtud es el término medio entre dos extremos (dos vicios), uno por exceso y otro por defecto. Pero el término medio no respecto de la cosa, sino respecto de nosotros. De ahí la importancia de la prudencia, que es la que determina dónde se halla el término medio razonable para cada tipo de acción. La felicidad es la actividad del alma conforme a la virtud perfecta.

Esta felicidad es perseguida por los ciudadanos que conviven en una comunidad ya que el hombre es social por naturaleza. El fin del hombre (la felicidad) sólo se podrá conseguir viviendo en sociedad. El origen natural de la ciudad se puede poner en la casa (lo que nosotros entendemos por familia). El estado es el resultado de una evolución cuya primera asociación está en la casa (casa – tribu – aldea – estado).

Los sistemas de gobierno que considera justos son: Monarquía, Aristocracia y Democracia; y los que considera injustos son: Tiranía, Oligarquía y Demagogia. Aristóteles prefiere la aristocracia como forma de gobierno y una ciudad formada por ciudadanos de clase media (término medio entre los ricos y los pobres). La felicidad no es alcanzable para muchos de los ciudadanos (sólo pueden alcanzarla los ciudadanos libres). En la categoría de hombres libres sólo entran los guerreros, sacerdotes y magistrados y excluye a los esclavos y a las mujeres. La justicia no es individual sino que es social, y es conmutativa, jurídica y distributiva.

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