(Juglans). El nogal es un árbol muy difundido por todo el mundo, de hoja caduca y perteneciente a la familia de las juglandáceas. Se conoce más de una docena de especies de nogales, que crecen en América del Norte, Antillas, norte de Sudamérica y Asia. El nogal común, originario de Oriente, es cultivado frecuentemente en Europa.
Sus hojas son de gran tamaño, compuestas e imparipinadas. En primavera cuelgan de las ramas del árbol numerosos ramilletes de flores unisexuales, agrupadas en amentos.
Sus semillas (las nueces) son comestibles, muy apreciadas entre los frutos secos, y, además, muy ricas en ciertas vitaminas. Las nueces tienen forma esférica en algunas especies y alargada en otras, pero en todas ellas están rodeadas por una cáscara gruesa y resistente, rodeada a su vez por una cubierta verde y correosa, que se vuelve de color castaño oscuro o negro cuando el fruto madura.
La madera es muy dura y compacta, lo que la hace extraordinariamente apreciada en ebanistería. Además de por su madera, los nogales se plantan también por el fruto que producen, que es muy apreciado, y como árboles ornamentales. De la semilla se extrae también el aceite de nuez, muy usado en la industria de jabones y pinturas.
El nogal común (Juglans regia) se ha adaptado bien a climas mediterráneos, pero a pesar de ello precisa de ambientes bastante húmedos y suelos profundos. El aprovechamiento maderero de este árbol ha sido tan grande en los últimos años, que son ya escasos los ejemplares que quedan indemnes.
El nogal negro (Juglans nigra) tiene una madera oscura lustrosa. Es un árbol grande que mide cerca de 30 metros de altura y metro y medio de diámetro, y posee una copa amplia y redondeada. Sus hojas llegan a medir hasta medio metro de largo y están formadas a veces por entre 15 y 23 folíolos dentados. La corteza es parda o casi negra y presenta profundas estrías.
El nogal blanco (Juglans cinerea) tiene hojas más pequeñas que la especie anterior y el número de folíolos por hoja es también menor (entre 11 y 17). La nuez de este árbol es alargada y la superficie de la cápsula resulta pegajosa al tacto. El nogal blanco es de menor tamaño que el negro, y la corteza de su tronco, lo mismo que su madera, son de color más claro que las de este último.
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