Ortega y Gasset. Filosofía Española del siglo XX. Escuela de Madrid

Con la expresión ‘Escuela de Madrid‘ se ha designado la influencia y el pensamiento de José Ortega y Gasset sobre un grupo de pensadores. Algunos autores dicen que no puede hablarse de una escuela de filosofía. Pero si utilizamos el término ‘escuela’ como «la inspiración en una misma orientación doctrinal y el seguimiento de la metodología inspirada en ella», entonces sí podemos hablar de esta escuela.

Algunos dicen que Julián Marías fue el primero en hablar de una ‘Escuela de Madrid‘ para caracterizar a una serie de trabajos que adoptan como punto de partida el pensamiento de Ortega y Gasset. Pero los pertenecientes a esta escuela podían tener doctrinas filosóficas distintas. Lo único importante para pertenecer a esta escuela es haber participado en el movimiento de renovación filosófica impulsado por Ortega y haber tenido la necesidad de que el pensamiento filosófico de España estuviese a la altura de los tiempos.

Ortega y Gasset

Otros dicen que el primero en hablar de esta escuela fue José Gaos refiriéndose a Ortega como centro de sus ‘colegas’ y discípulos en la Universidad de Madrid. A esta escuela pertenecen filósofos como: García Morente, Zubiri y José Gaos.

Abellán señaló una serie de convicciones compartidas por los integrantes de la Escuela de Madrid:

  • La primera: La de tratarse de una filosofía escrita y sentida en castellano. Gracias a Ortega, la lengua española se convirtió en una lengua filosófica tan apta como cualquier otra.
  • La segunda: Es el hecho de que, con Ortega, España se incorpora a la historia universal de la filosofía.
  • La tercera: Es la de encontrarse, con la obra de Ortega, ante la posibilidad de una nueva forma de historiar la filosofía.
  • La cuarta: Es que la obra de Ortega viene a ser una legitimación de la misma historia de la filosofía española.

Según Gaos, filosofía no es solamente la «Metafísica» de Aristóteles, la » Ética» de Spinoza, las «Críticas» de Kant y la «Lógica» de Hegel, sino también: «Del sentimiento trágico de la vida» de Unamuno, las «Meditaciones del Quijote» de Ortega y los «Motivos de Proteo» de Rodó.

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